Cada vez más personas en el mundo sufren por ansiedad y su salud mental se ve afectada como resultado. No exageramos si decimos que son millones las personas que padecen ansiedad: un reporte del Ministerio de Sanidad de España establece que los trastornos de ansiedad son los problemas de salud mental que más se registran en los pacientes de atención primaria, ya que afecta al 6,7% de personas con tarjeta sanitaria. Se trata de una condición que puede ser leve y de corta duración o ser grave y presentarse de manera crónica. En este artículo te hablaremos sobre cómo ayudar a una persona con ansiedad.
Quien sufre de ansiedad puede tener dificultades en su día a día y puede llegar a tener problemas en sus relaciones personales. Para quienes en su vida cotidiana se encuentran cerca de alguien con ansiedad, ya sea un pariente, un amigo o su pareja, puede resultar una situación difícil de comprender. Por ello es muy importante que los allegados de alguien ansioso conozcan la naturaleza y el mecanismo mediante el cual opera la ansiedad en las personas para así poder aprender las distintas formas en que se puede dar apoyo a su ser querido.
¿La ansiedad es un problema en tu vida? Hemos preparado una excelente guía que ha ayudado a nuestros lectores a entender las causas de la ansiedad y cómo enfrentarla. Entender la causa y tratar los síntomas son los primeros pasos hacia una vida plena.
A continuación, veremos varias estrategias que pueden ser útiles para ayudar a alguien con ansiedad, siempre tomando en cuenta la importancia de la empatía y la buena comunicación.
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Índice de contenidos
Infórmate sobre la ansiedad y por qué se produce
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Para poder ayudar a alguien con ansiedad debemos comprender de qué se trata, por qué se produce, conocer que existen diferentes tipos de ansiedad, y que cada cual tiene distintas causas y síntomas, aunque muchos de ellos coincidan en algunos casos.
En términos muy sencillos, podemos decir que la ansiedad es una reacción biológica y emocional que tiene una persona ante una amenaza, sea ésta real o imaginaria. La ansiedad puede presentarse de manera puntual y ser pasajera o puede ser una situación constante que afecta la calidad de vida de la persona. Hay algunos criterios clínicos para determinar si se trata de un trastorno de ansiedad.
Al conocer lo que más se pueda sobre la ansiedad, podremos entender a la persona que la experimenta y validar sus sentimientos.
El primer paso para dar apoyo a una persona con ansiedad es pedirle que nos cuente sus pensamientos y emociones, escucharla de manera empática, validar sus sentimientos y no juzgarla ni criticarla. Debemos proporcionarle un apoyo que lo haga sentir seguro, de manera que sienta que existe confianza y comprensión. Posiblemente no comprendamos del todo el punto de vista de nuestro ser querido, pero debemos aceptar y reconocer que sus sentimientos son legítimos. Así seremos empáticos con sus experiencias y sus luchas.
Transmite tranquilidad y ánimo
Las personas que experimentan ansiedad pueden tener miedos irracionales, pensamientos negativos o dudas sobre sí mismas, lo cual afecta su bienestar. De ninguna manera hay que desestimar o minimizar las preocupaciones de una persona con ansiedad.
Al contrario, para poder ayudarla de manera efectiva, debemos brindar calma y ánimo para que pueda contrarrestar esos sentimientos y que pueda tener una sensación de estabilidad y confort. Si es posible, es conveniente tener un diálogo que le permita a la persona ver las cosas de un ángulo distinto, debemos resaltar sus fortalezas y hacerle ver que, paso a paso, puede progresar en el control de su ansiedad.
Evita intentar “arreglar” su ansiedad
Hay que tener muy presente que la ansiedad de una persona no es algo que podamos “arreglar” o que se puede eliminar por completo. Debemos ser muy conscientes de que no podemos resolver el problema de una persona con ansiedad y que no hay que dar consejos que no nos han pedido, dado que esto puede tener un efecto contraproducente y la persona puede llegar a sentirse más impotente ante su situación.
La persona con ansiedad debe contar con nuestro apoyo y comprensión, sentir que le damos ánimo para que pueda tomar las riendas de su proceso de curación, pero que no estamos intentando “arreglarlas”.
Motívala a que busque ayuda profesional, en caso de necesitarla
Si vemos que la persona afectada por la ansiedad tiene ya un problema grave que es persistente y obstruye su vida, lo más recomendable es que le sugiramos que busque ayuda profesional. Podemos ofrecerle nuestra ayuda para buscar al terapeuta más apropiado para su caso, darle un mano programando la cita o hasta llevarla a las sesiones si así lo prefiere.
Debemos tomar en cuenta que apoyarse en un profesional es una decisión que solamente puede tomar la persona con ansiedad, y que por ello nuestras sugerencias deben ser hechas con mucho tino y respeto.
Podemos recalcar (sin imponer) que un profesional de la salud mental podrá darle toda la orientación y apoyo que necesite, con bases científicas y terapias validadas. Un psiquiatra puede recetar medicación en caso de considerarlo necesario.
Procura ser paciente y flexible
Debemos comprender que una persona con ansiedad pasa por un estado emocional que puede ser fluctuante y que, por ello, no siempre va a estar en sus mejores momentos. Tendrá días en que la ansiedad sea leve y otros en los que sea muy intensa. Debemos estar preparados, además de ser pacientes y flexibles.
Es importante reconocer las necesidades de quien padece de ansiedad y saber que éstas pueden variar con el tiempo. Será más fácil ayudarle si logramos que nos exprese sus necesidades y preferencias sobre la ayuda que desea recibir.
Ayúdala a desarrollar estrategias de afrontamiento
Hay muchas estrategias que podemos aprender y mostrar a la persona que sufre de ansiedad para que pueda aplicarlas al momento de sentirse ansioso. Estas estrategias le permitirán gestionar la ansiedad, ya que es algo que no puede eliminarse por completo. Se puede sugerir a la persona ansiosa que aprenda y practique técnicas de relajación, ejercicios de respiración profunda, relajación muscular progresiva, diferentes tipos de meditación o técnicas de atención plena (mindfulness).
Podemos ver si la persona se anima a realizar estas actividades con nosotros o, si prefiere, podemos ayudarle a buscar centros donde enseñan y se practican estas técnicas.
Algo con lo que podemos contribuir mucho es ayudándola a identificar cuáles son sus disparadores de ansiedad (triggers), para que pueda buscar y desarrollar estrategias específicas para ella.
Anímala a tener una amplia red de apoyo
Por mucho que queramos ayudar a una persona con ansiedad, es evidente que no siempre podemos estar ahí para ella. Por eso es muy importante que animemos a la persona a crear una red de apoyo que incluya a otros familiares, amigos, o compañeros de oficina. Así lograremos que la persona tenga siempre alguien con quien contar y que sepa que también tenemos límites, porque no somos (ni debemos ser) los únicos a quien puede acudir. Mantener límites es muy saludable, ya que por más que queramos ayudar, no podemos dejar de lado nuestro bienestar.
Cuida también tu salud mental
Convivir y apoyar a alguien con ansiedad puede resultar muy agotador tanto en lo mental como en lo emocional. Solamente estando bien nosotros podremos ayudar y apoyar a una persona ansiosa. Por eso, pese a que con frecuencia apoyemos a alguien ansioso, debemos dar prioridad a nuestro autocuidado.
Debemos practicar algún deporte, comer de manera saludable, tener aficiones e intereses que nos generan bienestar. Es posible que nos ayude también acudir a un profesional de la salud mental que nos brinde soporte como cuidadores.
Celebra con ella cada victoria
Cada pequeño logro en el manejo de la ansiedad debe ser reconocido y celebrado con la persona ansiosa, debemos festejar sus esfuerzos y aumentar su confianza en su proceso de control de la ansiedad. Esto fomentará más su esperanza, su optimismo en el alcance de resultados positivos, lo que será un gran aporte en su bienestar general.
Ahora ya tienes más información sobre cómo ayudar a una persona con ansiedad. Aunque puede resultar una experiencia desafiante, también resultará gratificante ver que la persona va progresando en su control de la ansiedad. Al practicar lo mencionado en este artículo, podemos dar una apoyo significativo que marque una diferencia para nuestro ser querido y su salud mental.
Para los que convivimos con una persona con ansiedad, es importante tomar conciencia de que tenemos un camino que recorrer juntos y que debemos ser empáticos, pacientes y comprensivos para ayudarla. Además, hay que tomar en cuenta que para poder dar un apoyo eficaz, debemos aprender sobre la ansiedad y las estrategias para afrontarla, sin dejar de lado nuestro autocuidado.
Comparte este artículo con otras personas están en un rol de cuidadoras o de soporte. ¡De seguro les resultará de mucha ayuda!