ambiente laboral toxico

Identificar los signos de un ambiente laboral tóxico es crucial para mantener tu bienestar general. Un lugar de trabajo tóxico puede tener un impacto perjudicial en varios aspectos de tu vida. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que los entornos laborales deficientes son un riesgo para la salud mental. Al reconocer estos indicadores clave, puedes tomar las medidas necesarias para evitar caer en el ciclo de un ambiente laboral tóxico y dar prioridad a tu bienestar mental.

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En este artículo, exploraremos seis señales cruciales de un ambiente de trabajo tóxico y proporcionaremos ideas sobre cómo puede mejorar su bienestar general en el trabajo.

¿Qué define a un ambiente laboral tóxico?

Un ambiente laboral tóxico es aquel en el que los colaboradores no se sienten a gusto debido a uno o múltiples factores. Cuando un trabajador se enfrenta a un entorno hostil, sus niveles de bienestar mental y productividad pueden disminuir. Según la OMS, se calcula que se pierde cerca de US$ 1 billón por año en términos de productividad debido a la ansiedad y la depresión. Además, estos síntomas pueden interferir con la vida diaria de los trabajadores fuera del entorno laboral, como una afectación en sus relaciones interpersonales.

Tanto si estás en búsqueda de un trabajo como si ya tienes en un trabajo estable, estas son señales que no debes ignorar dentro de un ambiente laboral:

1. Negatividad excesiva y falta de apoyo

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Una de las características de un ambiente laboral tóxico es una sensación frecuente y generalizada de falta de apoyo y negatividad. Cuando esto ocurre, los colegas y supervisores pueden criticar, menospreciar o socavar constantemente los esfuerzos del resto. Esto crea un clima hostil y desmoralizador que afecta la autoestima y la motivación de los colaboradores. Para luchar contra estos patrones negativos, es importante establecer límites no negociables, buscar el apoyo de compañeros de confianza y mantener en mente tu propósito a largo plazo, es decir, la razón por la que estás en el trabajo para comenzar. Cultivar y mantener una red de apoyo fuera del trabajo también puede ser una fuente de ánimo y perspectiva indispensable.

2. Altos niveles de estrés y agotamiento

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Al vernos envueltos en un ambiente laboral tóxico, los niveles de cortisol (la hormona del estrés) tienden a dispararse, lo que eventualmente conduce al agotamiento. Los lugares de trabajo que no manejan un ambiente sano pueden tener cargas de trabajo excesivas, expectativas poco realistas y/o un desequilibrio entre la vida laboral y personal.

En estos casos, es vital dar prioridad al autocuidado y establecer límites. Debemos ponernos un límite de tiempo para terminar las tareas para no sobrecargarnos más de la cuenta, ya que es fácil pensar que siempre podemos soportar “un poquito más”.

Adicionalmente, participar en actividades que reduzcan y ayuden con el manejo del estrés, como el ejercicio, la atención plena (mindfulness) y los hobbies puede ayudarte a enfrentarte a las exigencias de un ambiente laboral tóxico. Además, considera la posibilidad de hablar sobre tu carga de trabajo y tus preocupaciones con tu jefe o supervisor para evaluar posibles soluciones y que el equilibrio entre tu trabajo y tu vida personal se estabilice.

3. Falta de comunicación y transparencia

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Comunicarse de manera abierta y honesta es esencial para un ambiente de trabajo saludable. En un trabajo tóxico, sin embargo, la comunicación puede ser trabada o ser totalmente inexistente. Decisiones importantes pueden ser tomadas sin que sean consultadas o sin explicaciones, lo que hace que los trabajadores se sientan excluidos e infravalorados.

Para evitar que este problema promueva un mal clima laboral, es importante fomentar líneas abiertas de comunicación con el resto de colegas. Asegúrate de pedir aclaraciones cuando sea necesario, expresa tus preocupaciones y trabaja en mantener una política de transparencia (dentro de lo posible) con de tu equipo. Al establecer una cultura de comunicación eficaz, crearás un ambiente de trabajo más colaborativo y positivo.

4. Conflictos frecuentes y falta de trabajo en equipo

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Un ambiente laboral tóxico suele generar conflictos frecuentes y un modo de trabajo individualista. Los empleados pueden dedicarse a propagar rumores, sabotear o competir contra el resto, lo que dificulta la la productividad y la colaboración. Para solucionarlo, céntrate en promover una cultura de trabajo centrada en la colaboración en equipo y una cooperación constante. Fomenta el diálogo abierto, establece un ambiente de apoyo y participa activamente en actividades de team building (construcción de equipos). Recuerda que el trabajo efectivo en equipo promueve la satisfacción y contribuye a un entorno de trabajo más saludable.

5. Trato desigual y favoritismo

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En un ambiente laboral tóxico, el trato desigual y el favoritismo pueden ser frecuentes, creando una sensación y cultura de injusticia y resentimiento. Algunos colegas pueden recibir un mejor trato u oportunidades basadas únicamente en relaciones personales o prejuicios, en lugar de deberse a sus méritos.

Aunque sea una situación injusta, céntrate en tu propio crecimiento y desarrollo profesional. Busca oportunidades para ampliar tus habilidades y conocimientos, y mantén un registro de tus logros y contribuciones. Al demostrar tus capacidades, puedes posicionarte para un reconocimiento y un ascenso justos, incluso en un entorno laboral tóxico

6. Falta de oportunidades de crecimiento y promoción

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Un ambiente laboral tóxico suele hundir el crecimiento personal y restringir las oportunidades de ascender. El desarrollo profesional puede ser limitado o inexistente. Sin embargo, es importante que tomes las riendas de tu propio crecimiento y busques oportunidades fuera de tu entorno laboral inmediato.

Considera la posibilidad de matricularte en cursos relevantes a tu línea de trabajo (o incluso puedes considerar un nuevo rumbo laboral), asistir a conferencias o eventos de networking, o buscar mentores. Al invertir en tu crecimiento personal y profesional, podrás desarrollar tu capacidad de resiliencia y aumentar tus posibilidades de expansión, incluso en un entorno laboral tóxico.


En conclusión, reconocer los signos de un entorno laboral tóxico es crucial para tu bienestar general. Al identificar estos factores, como la negatividad excesiva, los altos niveles de estrés, la falta de comunicación, los conflictos frecuentes, el trato desigual y las oportunidades de crecimiento limitadas, podrás tomar medidas para mejorar tu entorno laboral y dar prioridad a tu salud mental. Recuerda que tienes el poder de establecer límites, buscar apoyo e invertir en tu propio crecimiento y desarrollo. Tu bienestar es importante y, al tomar medidas proactivas, puedes crear un entorno de trabajo más sano y satisfactorio.

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