Las heridas de abandono son un peso psicológico común que se da como consecuencia de experiencias pasadas, tales como el abandono en la infancia (tanto físico como emocional), la pérdida de los padres o las rupturas de relaciones interpersonales. Por lo general se originan en la infancia y pueden presentarse de diversas formas, como baja autoestima, inseguridad y miedo al rechazo, las cuales pueden afectar a la capacidad de la persona para iniciar y mantener relaciones sanas en la vida adulta.
Las heridas de abandono son el resultado de un evento que se ha interpretado como un trauma. Según el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos (NIMH, por sus siglas en inglés), los niños y adolescentes tienen una gran variedad de maneras de reaccionar ante un evento traumático. Si bien es cierto que un evento catastrófico, como se menciona en el artículo del NIMH, puede dejar secuelas más visibles, cada persona interpreta su experiencia de una manera distinta, por la que un abandono puede dejar una huella muy marcada.
Dado que el impacto puede perdurar hasta la edad adulta y afectar varias áreas de la vida, te presentamos varias estrategias para que comprendas cómo sanar heridas de abandono. Nuestras estrategias se desglosan de la siguiente manera:
Índice de contenidos
Cómo sanar heridas de abandono
A modo de recordatorio, las personas con heridas de abandono pueden tener:
- La creencia de que no son dignos de amor y afecto.
- Un intenso deseo de cercanía con el resto, incluso si eso significa sacrificar sus propias necesidades y deseos.
- Dificultad para confiar en los demás porque creen que acabarán abandonándolos
- Una tendencia a aferrarse a las relaciones interpersonales que pueden ser tóxicas
Aunque puede ser un proceso difícil y que toma tiempo, te contamos cómo sanar heridas de abandono. Existen varias estrategias que pueden ayudar a las personas a recorrer este camino hacia el bienestar.
En este artículo, abordaremos cinco vías para sanar las heridas de abandono, lo que te permitirá tener relaciones más saludables y vivir una vida más plena.
Reconoce y valida tus sentimientos
El primer paso para entender cómo curar heridas de abandono es reconocer tus emociones y validarlas. Es vital reconocer que tus sentimientos son válidos y que provienen de experiencias pasadas que te han hecho sentir vulnerable. Cuando aceptas tus emociones sin juzgarlas, creas un espacio seguro para la introspección, el autoconocimiento y la comprensión.
Una herramienta útil es llevar un diario para así identificar y procesar tus sentimientos, pensamientos y emociones. Escríbelos enfocándote en las heridas de abandono, describiendo incidentes concretos que hayan contribuido a la forma en que te sientes. Poco a poco, esta práctica te permitirá descubrir patrones y desencadenantes, lo que te ayudará desarrollar estrategias de afrontamiento más sanas.
Busca un terapeuta de confianza
Un profesional de la salud mental puede ayudarte a abordar y superar los problemas causados por las heridas de abandono. Un terapeuta o consejero puede proporcionarte un entorno seguro y de apoyo para que explores tus sentimientos, identifiques las causas del origen de tus heridas y desarrolles estrategias para superarlas.
Dos enfoques ampliamente usados para tratar los problemas por heridas de abandono son:
- la terapia cognitivo-conductual (TCC) y
- la terapia psicodinámica
La TCC se centra en identificar y cuestionar los patrones de pensamiento negativos de la persona, mientras que la terapia psicodinámica analiza las experiencias pasadas para descubrir y abordar las causas subyacentes de los problemas. Tu terapeuta puede ayudarte a elegir el mejor enfoque según tus necesidades y circunstancias específicas.
Establece una red de apoyo
Una sólida red de apoyo puede ser crucial para sanar heridas de abandono. Rodéate de personas positivas y empáticas que puedan darte ánimos y comprensión a lo largo de tu travesía. Pueden ser amigos, familiares, grupos de apoyo e incluso comunidades en línea.
Al construir y mantener una red de apoyo, es menos probable que te sientas aislado y sobrepasado por tus emociones. Además, estas personas pueden ofrecerte perspectivas distintas y consejos valiosos, ayudándote a desarrollar mecanismos de afrontamiento más sanos y a desafiar los patrones de pensamiento negativos.
Adopta hábitos de autocuidado y autocompasión
Cuando hablamos de cómo sanar heridas de abandono, es importante comprender que fortalecer el sentido de autoestima y autocompasión es un factor vital. Es esencial reconocer que mereces amor, cuidado y respeto, a pesar de las experiencias pasadas que te hayan hecho sentir lo contrario. Practicar la autocompasión implica que te trates con amabilidad y comprensión, especialmente en momentos de dificultades emocionales.
El autocuidado es otro componente crítico del proceso de sanación. Debes dar prioridad a las actividades que promuevan tu bienestar emocional, tanto mental como físico. Es recomendable mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio con regularidad, dormir lo suficiente y dedicarte a aficiones o intereses que te aporten alegría y satisfacción.
Actividades como la meditación o el yoga también son de gran ayuda. Al cuidar de ti mismo, aumentarás tu capacidad de resiliencia y tu autoconfianza, lo que puede ayudarte a disminuir los sentimientos de abandono e inseguridad.
Desarrolla estilos de apego más saludables
Las heridas de abandono suelen conducir frecuentemente a estilos de apego poco saludables que afectan a las relaciones interpersonales. Éstos pueden catalogarse como apego ansioso, evitativo o desorganizado, lo que puede dificultar tu capacidad para formar y mantener vínculos saludables. Al desarrollar un estilo de apego seguro, podrás ganar confianza, fomentar la intimidad y establecer una base sólida para futuras relaciones.
Para desarrollar un estilo de apego seguro, practica tener una comunicación abierta con tus seres queridos aunque te muestres vulnerable. Comparte tus sentimientos, necesidades y miedos, y pídeles que hagan lo mismo. Establece límites sanos y practica el respeto tanto hacia ti mismo como hacia los demás. Mientras trabajas para desarrollar un estilo de apego seguro, sé paciente contigo mismo y reconoce que el cambio requiere tiempo y práctica.
Sanar heridas de abandono es un proceso que requiere dedicación, autorreflexión y apoyo continuo. Si sigues las sugerencias anteriores, podrás facilitar la superación de los retos emocionales asociados al abandono y fomentar el crecimiento personal. Recuerda que el camino hacia la sanación no siempre es lineal ni sencillo y que pueden haber momentos difíciles. Sin embargo, si te comprometes con tu bienestar emocional y utilizas estas estrategias, podrás cultivar relaciones más sanas y vivir una vida más plena. Recuerda que todo es superable. Consulta nuestra página de recursos gratis al igual que nuestras guías de salud mental para encontrar estrategias y más amplias informaciones sobre como lidiar con tus sentimientos, sanar heridas y superar traumas.
Te dejamos las siguientes preguntas frecuentes sobre las heridas de abandono:
Preguntas frecuentes sobre las heridas de abandono
¿Qué es la herida del abandono?
Las heridas de abandono son las secuelas de un abandono (puede ser físico o emocional) que, por lo general, ocurre en el periodo de infancia o niñez.
¿Cómo se comporta una persona con herida de abandono?
Las heridas de abandono se manifiestan de distintas maneras, pero se caracterizan por un miedo intenso a volver a ser abandonados.
¿Cómo se cura la herida del abandono?
La sanación es un proceso que puede incluir la intervención de un profesional. Es importante tomar conciencia de qué causó esta herida. Las herramientas presentadas en este artículo pueden ayudar para sanar las heridas de abandono.
¿Cuál es la máscara de la herida del abandono?
Las personas con heridas de abandono se pueden mostrar como alguien que hará todo para agradar al resto (en un intento de que no la vuelvan a abandonar)